Aplicar SEO siempre es una labor delicada. Al fin y al cabo, no estamos lidiando exactamente con personas, o sería más correcto decir que, en el caso de la visibilidad empresarial en los motores de búsqueda, hay siempre un factor vital que actúa de vínculo entre el negocio y el usuario, y es el algoritmo o el robot indexador.
No hemos mencionado un buscador concreto de internet, pero claramente nos referimos siempre al posicionamiento en Google. Al fin y al cabo, es el buscador que utilizamos en todas partes y con independencia del dispositivo, ya sea un ordenador de sobremesa y portátil, un teléfono móvil o una tablet.
El robot indexador es una inteligencia virtual programada, y posteriormente mejorada con versiones, por manos humanas. Sin embargo, ha sido diseñada para ser autónoma y localizar y situar de manera independiente los sitios web a los que debe otorgarles una posición.
Por eso, cuando creamos una estrategia de marketing relativa al posicionamiento en los motores de búsqueda, debemos aprender a pensar con la lógica de la máquina. Eso incluye aprender todas aquellas pautas que debemos seguir para realizar correctamente el SEO, y saber a ciencia cierta qué actitudes están penalizadas por el algoritmo.
Por ejemplo, se penaliza el spam, en este caso entendido como un exceso de palabras clave y de peticiones de indexación al robot de Google. Un buen profesional del SEO sabe que en la cantidad no está la calidad, y que es más importante el aspecto cualitativo que el cuantitativo.
La cantidad de palabras clave que debemos incluir en un contenido, normalmente textual, oscila en función del número de apalabras, pero deberían rondar siempre entre las 2 y las 3 repeticiones. En el caso de textos muy breves, como ocurre con las redes sociales, así como cuando optimizamos metatítulos y metadescripciones, siempre debe ser 1 repetición y no más.
Con respecto al aspecto cualitativo, depende siempre del negocio. Lo ideal es que oscilemos entre palabras clave más generales y más específicas, y que realicemos variaciones preposicionales, singulares y plurales en todas. Bien usada, el SEO es una herramienta práctica.
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